miércoles, 31 de marzo de 2010

Dos chinas y un ingles


Ahora que el asunto de Google China está tan caliente, y que hasta Kai-fu Lee se a salido, es justamente cuando me ha tocado trabajar con la versión china de uno de mis mejores clientes corporativos. Un trabajo de diseño web aparentemente sencillo que se ha complicado a la hora de integrar el SEO a su arquitectura web.

Para comenzar, hay que entender que básicamente hay dos tipos de chino, (chino simplificado y tradicional: 汉语, pinyin: Hànyǔ). El primero es el que habla en Pekín, el que se enseña en las universidades y el que más cobertura tiene en China. El segundo es el chino que se habla en la muy extensa provincia de Cantón (con solo 200 millones) y donde se encuentra la popular excolonia británica y ahora autónomica ciudad de
Hong Kong y que ademas se continúa utilizándo en Taiwán y Macao.

El web site debe estar por lo pronto en ambos tipos de chino, pero adicionalmente muchas de los títulos, descripciones y keywords deben estar a su vez en Inglés. Menudo reto!

El tráfico de Google China apenas comenzó a ser re-dirigido a Google Hong Kong la semana pasada por lo que no se si nuestros amigos han tomado en cuenta la diferencia de domain names, existentes (CN contra .CO.HK). Habrá que esperar a ver de donde viene el tráfico.

Al mismo tiempo estamos pensando contratar algún PPC en el conocido, quasi-único ahora, Buscador en Chino, me refiero a Baidu, y posiblemente en MSN y Yahoo China, que se beneficiaran de la salida del gigante del gigante asiático (dada la redundancia)

No es la primera vez que trato con los Johnchinos (popular nombre en China), hice una breve y concisa consultoría con Bentley Motors Hong Kong hace un par de años, todo el proyecto fue en idioma Inglés, así que es la primera vez que trato con un caso de SEO/SEM en una lengua de la apenas tengo conocimientos.
Veremos que sale!

Para noticias sobre el grupo Telecity

jueves, 25 de marzo de 2010

Modern times - cuando el futuro nos alcanzo

El primer libro que me regalaron de Julio Verne, fue “20.000 Leguas de Viaje Submarino”, una edición de lujo, empastada y con extraordinarios dibujos. Fue por allá por la década de los 70s y es de esos viejos amigos que me ha acompañado todos estos años y por tantos hemisferios.

Leía mucho entonces, de hecho creo que más que ahora, y me fascinaba el futuro, o las posibilidades del futuro, lo que pasaría en un año tan alejado como el 2000. Veía este futuro con dos facetas, la negativa y la positiva. De la primera me imaginaba un holocausto nuclear, una tercera guerra de proporciones infernales. Del futuro positivo veía la proliferación de computadores, los viajes espaciales, el desarrollo de las telecomunicaciones.

Han pasado 10 años desde que ese futuro que veía me alcanzó y me paso, y para mi sorpresa me encuentro que si tenemos mejores máquinas, mejores comunicaciones y gadgets pero no mejor vida.

No quiero ser de esos que dicen que todo pasado fue mejor, pero en mi opinión solo tenemos eso: mejores gadgets para comunicarnos más rápido y mejor.

Hemos tenido que decirle adiós al Concorde, al Queen Mary, a la comida sana y barata, a la TV sin comerciales, a los buenos periódicos, al Transbodador Espacial a los viajes a la Luna, a los carros deportivos , a los viajes a Miami ( esta barato dame dos), a los viejos y buenos vicios (como fumar y beber en tu pub preferido what the hell).

Ahora tenemos en cambio iphones, blackberries, fast food, Starbucks, sky, aerolíneas de bajo presupuesto, dream cars que no podemos comprar, xtasis, MP3s, tenemos que fumar como marginales y comprar libros usados (los nuevos están recaros)

Y eso es solo un muy superficial análisis de esta vida “moderna” a la que hemos llegado.
Ah, sin Facebook o Twitter, la vida de este comienzo de siglo sería todavía más gris.

jueves, 18 de marzo de 2010

Venezuela without Twitter


Hay una vieja película de Woody Allen, el Dormilón, que trata sobre un tipo que se duerme durante 200 años y es
despertado por un grupo de rebeldes que precisan de una persona sin identidad para llevar a cabo sus planes de derrocar al dictador que gobierna el mundo en esos momentos. El hombre se despierta en un futuro que no reconoce y al que no puede adaptarse.

La moraleja del asunto es que algo así le pasaría a alguien que estuviera desconectado del mundo de Internet por tan solo cinco años, pues los cambios tecnológicos y la información están creciendo a ritmos asombrosasmente exponenciales.

Hace apenas un par de años, Facebook era tan solo otro web site, ahora a superado en tráfico el mismísimo rey Google, hace un año, smart phones como Blackberries o iphone no tenía ni la cuarta parte de los usuarios o aplicaciones que tienen ahora.

Toda esta introducción es para comentar lo grave que sería para un país como Venezuela, que el gobierno simplemente cortara o controlara los vínculos con Internet o con web sites tan populares como Facebook o Twitter, principal medio que tienen ahora los venezolanos para comunicarse con el exterior y no solo enterarse de lo que ocurre sino transmitir lo que realmente ocurre (sin contar el muy popular messenger de las BB)

En un país donde le gobierno controla la prensa, la TV y la Radio, controlar Internet sería como cortar de raíz toda posibilidad de progreso. Cinco años así y el país caería en una espiral como la del exbloque soviético o los africanos actualmente.
La gente de esos países han tardado más de una década en adaptarse a los avances tecnológicos y muchos jamás lo harán porque la brecha dejada es muy grande.

Yo creo en una Internet free, no solo porque es único y ultimo bastión de la gente común, que cualquiera puede usar, sino porque es libre de barreras idiomáticas, religiosas o territoriales. Por primera vez la Humanidad tiene una herramienta común para todos.

Quitar el acceso a ella es como quitar derechos humanos fundamentales. Y eso esta claro para todos
.

viernes, 12 de marzo de 2010

Las Redes Eternas


Todo el mundo habla de redes sociales estos días (o social networks)

Es el tema de moda, en boga, y al que más expertos y gurus le han salido en menos tiempo. Cada uno con una opinión, la mayoría solo haciendo RT de Twitter y los más descarados copy/page de cuanto artículo se consigan simplemente tipeando la palabra “redes sociales” en Google.

Alguien debería poner orden en este desorden, pero eso no va a pasar, por la simple naturaleza de la red.

Las redes sociales
no son un fenómeno nuevo, aunque estas sean digitales. Son tan antiguas como la historia de la Humanidad misma, cuando los primeros grupos humanos se congregaron en torno a una situación geográfica o una meta común.

¿Cómo se crearon las grandes comunidades? ¿Las ciudades?
La mayoría entorno a fuentes renovables naturales, como los ríos, muchas, cerca del mar o rutas de fácil acceso. Y todas las grandes ciudades crecieron en torno al comercio o rutas de comercio.
Fue el caso de Mesopotamia, de Alejandría, de Roma, de Paris, de Londres, de New York, de Mexico City, de Hong Kong, de Rio.

Lo mismo esta pasando ahora, pero en el mundo de internet.
Redes sociales como Facebook comenzaron como plataformas estudiantiles, después familiares y ahora se están convirtiendo en la base fundamental de campañas de marketing. Microblogs como Twitter representan el chisme, el boca-a-boca, el comentario que podemos encontrar en cualquier cafetería o vecindario.

Y como ocurre también en las grandes ciudades, hay peligros. Gente que se aprovecha, delincuentes que se hacen pasar por lo que no son, asaltantes, ladrones y para de contar. Las redes sociales en Internet desarrollaran las mismas mafias que vemos en el mundo real porque es parte de su misma naturaleza.

Es por eso que pienso que los verdaderos expertos en redes sociales son los historiadores y los estudiosos del comportamiento humano. Hay que ver que dicen Tim Berners Lee, Stephen Fry, Jimmy Wales, y otros. Los que inventaron esta vaina desde el principio.

Los demás, son solo tecnócratas tratando de sacar una tajada de este rio revuelto. Me incluyo en estos últimos, sobretodo porque cada día que paso en este mundo digital, termino pensando como Sócrates cuando dijo “yo solo se que no se nada”

viernes, 5 de marzo de 2010

De porque Blackberry me cambio la vida


Hace unos 25 años una pequeña máquina me cambio la vida para siempre: me compre un Apple II y desde entonces he estado “atachado” a un computador/ordenador. Descubrí el procesador de palabras, la hoja de cálculo, y finalmente el email e internet.
Hace unos 15 años, otro dispositivo me cambio la vida para siempre: me compre un celular/mobil Motorola, de aquellos analógicos flip que había y desde entonces ando con uno de arriba para abajo y hablo más horas por uno de esos que con los amigos del pub.

Ahora le ha tocado el turno a la Blackberry.
Reconozco que me resistí un poco, mi viejo Nokia hacía todo lo que necesitaba para el momento y no soy de los que compra las cosas por pura fashion, pero en la oficina y para mi trabajajo me exigían estar siempre conectado a mi cuenta de email y, sobretodo ahora, a las redes sociales en boga, twitter, facebook, linkedin, etc. Conste que no soy el usuario típico, trabajando en una agencia de marketing que usa medio digitales es casi una obligación tener uno de esos.
Dude al principio entre el versátil iphone, Londres es tierra de Apple y absolutamente todos en la agencia tienen una, y la práctica Black. Al final gano el messanger que viene incluido con el smart phone, un sistema free de chat que te conecta globalmente con cualquier otro BB (claro intercambiando los pins de los usuarios), y con el cual puedo estar conectado con mi familia y clientes (esparcidos aquí y allá). Desde que tengo la BB no solo me comunico mas sino mejor.
Asi que ahora hago todo con la BB, hablo por teléfono, chateo, twitteo y veo lo que ocurre en facebook, desde la comodidad del tube, bus, taxi o hasta manejando (lo de la comodidad del tube es un chiste ironico) . Quizás lo más importante es que gracias a la BB he descubierto el mundo de Twitter, puesto que leer los tweets es como leer los titulares de un gran periódico, donde solo lees el artículo que te interesa. Vivimos en un mundo con tanta información, que el problema ahora no es encontrarla sino aber que hacer con ella.
¿Quién dijo que 25 años no son nada?