miércoles, 14 de julio de 2010

Breves historias del Mundial

Este ha sido un Mundial de Fútbol con algunas sorpresas, pero al final España ha logrado superar la maldición de comenzar de favorita, y  conseguir un puesto que se merecía hacía décadas. Por el camino han quedado las historias colectivas e individuales de muchos, como la de la Selección de fútbol de Sudáfrica, que después de pasar años suspendida por la FIFA, por fin consiguió su lugar en las naciones de África, solo para ser la única  selección de un país anfitrión que no paso de la fase inicial. De hecho, a pesar de los goles de Samuel Eto'o por Camerún y Didier Drogba por Costa de Marfil, solo Ghana pasó a la siguiente ronda (y perdió una oportunidad de oro por un fallido penalti de último minuto). De los latinoamericanos, no pasaron ni Brasil ni Argentina, sino el humilde Uruguay, liderizado por Diego Forlán  (escogido el mejor jugador del evento). Impepable ese último tiro libre que pegó en palo.

Fascinantes están las historias personales de los hermanos Jérôme Boateng y Kevin-Prince Boateng, ambos nacidos en Alemania pero de padre de Ghana, y confrontados en diferentes selecciones, la alemana y la de Ghana (controversia que comenzó cuando Kevin en una brutal falta le rompió los ligamentos al alemán Michael Ballack  en la Premium League y lo sacó del Mundial). O las de Clint Dempsey, el hombre de USA que le metió un humillante gol a Inglaterra, jugador infatigable del sencillo equipo de Fulham (de hecho Fulham tenía 4 hombres compitiendo en diferentes equipos).


La historia de Javier Hernandez, aka El Chicharito, cuyo padre y abuelo también jugaron con el Tri Mexicano (de hecho su abuelo también le metió un gol a Francia en 1958) y que se ha convertido en el primer jugador mexicano en ser transferido al Manchester United, o la del siempre presente Cuauhtemoc Blanco, que viejorro y trasnochador, se ha convertido en el único jugador mexicano que ha metido goles en tres Mundiales consecutivos.


Uno de los más infames goles jamás anulados pasara a ser el gol de Frank Lampard frente a Alemania o el gol que no metió Ghana gracias a las manos del uruguayo Luis Suárez. Goles buenos hubo bastantes pero mis favoritos fueron los tiros libres de Japón contra Dinamarca.


Finalizo con lo que ha sido para mí la imagen más emotiva del Mundial, una que trasluce el sentimiento del ganador más allá de las palabras: el beso robado de Iker Casillas a su novia periodista Sara Carbonero